Esta canción se une a la música que se siente como un golpe directo al pecho. Con una base sólida de rock punk y un actitud independiente y protestante, el nuevo tema de Elliot Rubin es una clase de grito urgente en medio del ruido del mundo moderno.
Desde el primer acorde, nos queda claro que esto no es un producto de fórmula. No hay filtros, ni intenciones comerciales disfrazadas; tan solo existen guitarras crudas y fuertes, baterías que desbordan de emoción y una voz que escupe verdades sin adornos. El mensaje es claro: la música importa, ahora más que nunca, hoy cuando todo parece diluirse en una atmósfera vacía.
Drain tiene ese tipo de energía clásica del punk que no intenta complacer, sino sacudirnos; es pura pasión convertida en sonido, una declaración de principios que se niega a ser domesticada. Más que la perfección, busca conectar por ser real, y eso, actualmente, es lo más valioso que la música nos puede dar.
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Rock/Punk