La vibra de Michelle Sanchez me recuerda a Blondie, tiene
esta energía vibrante tanto en la música como en su interpretación. También se
percibe un tono juguetón y divertido al momento de interpretar, por eso logra
conquistar a quien decide darle play a su canción. Michelle tiene un tono vocal
aterciopelado que logra empatar con el rock que nos ofrece. En su tono juvenil
existe este deseo y picardía que la hace destacar de otras intérpretes.
La guitarra destaca por su riff vibrante, cuando llega su
oportunidad de estar en solitario podemos disfrutar de este peculiar sonido que
acompaña a Michelle. Sin dejar de lado a la batería, quien toca muestra su
virtuosismo para ofrecer un tono pulsante y también energética. Cuando los
elementos se encuentran logran crear una canción que, además de conservar el
sonido del rock ochentero liderado por mujeres, logra hacernos vibrar. Michelle
Sanchez, con esta canción, nos recuerda que el rock además de juguetón, puede
ser juvenil y poderoso.
¡Un rock fresco con raíces ochenteras!

