Giselle Torres nos regala un pedazo de su arte y su vida con
esta canción, pues la cantante nos habla de un momento importante de transición
en su vida personal, misma que también dejó una marca en su música. De esa
forma, la canción se convierte en una parte importante de ella como artista y
que comparte con nosotros. La melodía
tiene ese tono melancólico que nos atrapa y que incluso nos hace sentir más
cercanos a ella y su interpretación.
Luego tenemos su voz, que suena dulce en algunos de los
versos, y en otros eleva un poco el tono para hacerla sonar solo ligeramente
más aterciopelada, incluso tiene ese tono que logra conquistar al escucha desde
la primera vez que le da play. En tanto, la melodía tiene ese tono pulsante y
melancólico para crear un contraste sonoro con la guitarra, la cual mantiene ese
tono inocente y es como esa transición de la que nos habla en la canción, la
guitarra es ese tono suave que ella mantiene como la niña que dejó atrás.
¡Una canción que nos habla de cambios!
.png)
