Un tema que llega como una bocanada de honestidad, ritmo y esperanza; que sin duda se aleja de ser solo una canción pop más, sino que también llega a demostrar que se pueden obtener buenos resultados al fusionar lo potente del afro con el pop latino y el soul, lo cual con toda la intención nos invita a volver a creer en los encuentros reales, en las miradas profundas y en ese amor que no se mide por sencilleces.
La percusión se encarga de marcar un pulso y ritmo ancestral, de raíces africanas y alma uruguaya, el cual se funde de manera orgánica con cuerdas envolventes y toques pop contemporáneos para que la canción se sienta viva y nos contagie esa energía alta. Todos los elementos sonoros desbordan carisma y fuerza emocional que se potencia con contrastes dulces y honestos de la lírica, lo que nos lleva a conectar de manera genuina como oyentes con este arte.
Una pieza que se dedica a representar una evolución evidente en el panorama de dichos géneros musicales, sé de las primeras personas en escuchar un ritmo que es poco explorado como lo es el candombe.