El riff rasposo y profundo de guitarra del inicio es todo lo
que necesitamos para situar este tema como una canción que rinde homenaje al
rock de los 80s. La melodía se apega mucho a los sonidos de esa década, con
esta guitarra que también suena vibrante, con la batería que va marcando el
ritmo de manera sutil y sin perder su energía, y el bajo que da profundidad, la
cual se siente ondulante a través del resto de las notas. El tema logra un
sonido etéreo cerca del minuto 1:55. Luego, un riff de guitarra que deslumbra
por su claridad, es quien toma la voz principal.
Y hablando de esa voz principal, la que tiene la letra de la
canción en su poder, suena ligeramente grave, por momentos se oculta un poco
entre la música, pero nos deja escuchar este tono que también raspa en algunos
de los versos. Es una canción que crea una atmósfera retro, pero que se disfruta
por su frescura.
¡Un rock con un sonido retro!

