Jeff Hodges nos ofrece un tema bailable y que a primera
escucha conquista al oído por su sonido tan casual y fresco. La melodía nos
ofrece una guitarra rítmica que va marcando su paso energético. Mientras que el
bajo se mantiene como una tercera voz que también aporta un ritmo peculiar a la
canción. Lo que tenemos como resultado es una de esas melodías que se disfrutan
mejor en compañía de otras personas mientras cantas y te mueves a su ritmo.
La voz de su intérprete principal se escucha ligeramente
grave y rasposa, lo cual contrasta con la voz femenina, ella es pura dulzura y suavidad,
pero en su tono vocal también vive el ambiente animado de esta canción. Cuando
cantan al mismo tiempo no solo logran un contraste vocal, ambos crean la magia
de la que está impregnada la canción. De este modo, la canción destaca por
tener un aire despreocupado, que invita a dejarse llevar por las notas y las voces
de sus intérpretes.
¡Un tema despreocupado!
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